20 de octubre de 2007

Operación Huaralino 2: Seiscientas personas vieron las violaciones de Christian


El tipo de la foto se llama Christian Ossío y se convirtió durante tres años en el pederasta más buscado de España. Fue fotografiado por Javier Candial, nuestro compañero en Interviú, el pasado mes de marzo, cuando fue detenido por los agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT). EL PAÍS reprodujo la foto de Javier el pasado 18 de octubre para ilustrar la información que daba cuenta de la detención de veintitrés personas residentes en España, que se habían descargado alguno de los cuatro vídeos donde se veía a Christian violando a una de sus víctimas, dos niñas de las que abusó durante varios años. La policía española ha averiguado que en todo el mundo seiscientas personas se descargaron los vídeos de este violador.



Los lectores de Interviú pudisteis leer la historia de Christian en exclusiva el pasado mes de marzo: el tipo, un camarero de nacionalidad peruana, había estado violando a dos niñas durante cinco años. Las menores comenzaron a ser víctimas de este individuo con apenas siete y ocho años y su martirio continuó hasta que tenían 13 ó 14. Para doblegar la voluntad de las niñas, Christian les regalaba bicicletas, muñecas, chucherías, teléfonos móviles o, simplemente, las pegaba con su cinturón. El pedófilo grabó cuatro vídeos con sus violaciones y los colgó en Internet, donde la policía sueca los localizó y dio aviso a sus colegas de todo el mundo. Los hombres y mujeres de la BIT tardaron tres años en cazar a Christian, pero, finalmente, dieron con él. Le detuvieron en Madrid cuando salía de su trabajo en un bar del centro de la capital. Al día siguiente, cuando la policía le conducía a su casa para registrarla, Javier Candial le hizo la foto.


Durante dos semanas, publicamos en Interviú todos los detalles de la caza de este pederasta. Ilustramos los reportajes con abundante material gráfico: muchas fotos del detenido y secuencias de sus vídeos en las que, evidentemente, ocultamos a la víctima del pederasta. Fueron reportajes duros, tan duros como el hecho en sí, pero dimos una información rigurosa, seria, cuidadosa, respetuosa y en exclusiva, una exclusiva que, eso sí, meses después, ha tenido eco en muchos medios escritos y televisivos. Y hubo quien dijo que estábamos haciendo un publireportaje para la Policía…

1 comentario:

Anónimo dijo...

a ver si escribís más en el blog, se os echa de menos.