31 de agosto de 2009

Interviú arroja luz sobre el espionaje a Ignacio González


Han pasado más de ocho meses desde que el diario El País y la cadena Ser desvelasen el espionaje del que fue objeto Ignacio González, vicepresidente del Gobierno de Madrid y mano derecha de Esperanza Aguirre. González fue espiado y grabado con cámara oculta durante un viaje a Colombia. Además, varios dossieres circulaban por las redacciones de distintos medios con información acerca de sus propiedades y de las de su familia.
En Interviú desvelamos esta semana que la policía ha identificado ya a la agencia de detectives que elaboró los dossieres –que comenzaron ya hace más de cuatro años– y que encargó el seguimiento del político durante su viaje. Ahora, la agencia de investigación privada deberá desvelar quién se ha gastado 100.000 euros –el coste del trabajo– para destruir la carrera política de Ignacio González. La sospecha es que los detectives no lo harán y se expondrán a la sanción que prevé la Ley de Seguridad Privada. Cualquier cosa antes que revelar quién es el señor X de este caso.

25 de agosto de 2009

Chomsky, quédate


Noham Chomsky, profesor emérito del 'Massachusetts Institute of Technology' (MIT) –sí, sí, del mismísimo Massachusetts, el de EEUU– y guía ideológico del perroflautismo ilustrado, está pasando unos días en Venezuela. Allí ha sido recibido con todos los honores por el propio presidente Chávez. Hasta ahí, todo normal. Chomsky es el referente de cualquier antiamericano que se precie. Pero, atención a las palabras del intelectual en el Palacio de Gobierno de Caracas. Dijo sentirse "emocionado al ver en Venezuela cómo se está construyendo ese otro mundo posible y ver a uno de los hombres que ha inspirado esta situación de cambio.
Hablar de la paz es, de alguna manera, fácil (...) lo difícil es crear un nuevo mundo, un mundo diferente"
.
No esperaba yo una encendida crítica al gorila rojo por parte del lingüista, pero de ahí a alabar ese otro mundo que se está construyendo en Venezuela. ¿A qué mundo se refiere? ¿A un mundo en el que se pueda amordazar periodistas? ¿A un mundo en el que los círculos boliviarianos –la guardia pretoriana paramilitar del manadatario– repriman a tiros cualquier resquicio de oposición? ¿A un mundo en el que el fraude electoral y las artimañas para perpetuarse en el poder son moneda corriente?
¿Ese es el mundo que le gusta a Chomsky? Pues que se quede allí y que ceda su cátedra en Massachusetts, desde la que puede lanzar todas las diatribas que quiera contra Estados Unidos. No creo que pueda hacer lo mismo ningún catedrático de ninguna universidad venezolana sin temor a ir a la cárcel. Y eso es lo que se le olvida decir a Chomsky y a todos los que le jalean.

23 de agosto de 2009

Reportera Cruz


Llevo una semana trabajando y hoy, domingo, he decidido volver a escribir en el blog. Lo he hecho, motivado por este excelente reportaje publicado hoy en las páginas de ABC y que lleva la firma de Cruz Morcillo, una reportera excepcional que, junto a Pablo Muñoz, despacha cada día la mejor sección de sucesos de la prensa diaria.
Cruz describe en este reportaje el psiquiátrico penitenciario de Fontcalent, el centro al que van a parar todos esos tipos lo suficientemente locos como para que ningún tribunal puede declararles culpables y lo suficientemente peligrosos como para que no puedan vivir en libertad. Fontcalent es, en palabras de la autora, "un dique de contención a los brotes de la locura". El reportaje, como no puede ser de otra manera llevando la firma que lleva, no juzga, no valora, no quiere polemizar. Es un ejercicio de periodismo del de antes, de reporterismo. Por el reportaje pasan Francisco García Escalero"vente un rato conmigo y te cuento", le dijo a Cruz-Clarice, convertido en Hanibal Lecter-, Noelia de Mingo, Ángel Caratenuto...
No dejéis de leer el reportaje. Es, como dice Cruz, una de esas piezas que te hacen seguir creyendo en este negocio.

1 de agosto de 2009

Algunas reflexiones antes de las vacaciones

Voy a descansar del blog al menos hasta el 15 de agosto. En Interviú trabajo casi todo el mes, pero he decidido parar de escribir aquí porque necesito despejarme un poco y dedicarme a otras cosas cuando me conecte a Internet: las ligas fantásticas de fútbol americano, el blog del 25 aniversario de mi promoción del colegio, el montañismo, las carreras... Pero antes quiero dejar unas cuantas reflexiones que quiero compartir con vosotros:

LOS QUE SIEMPRE PONEN LOS MUERTOS. Durante este 2009, ETA ha matado a dos guardias civiles y a un policía. Son las únicas tres víctimas mortales de los terroristas este año. Policía y Guardia Civil siempre ponen los muertos. Ellos no llevan escoltas, ellos siempre son objetivo, ellos son la primera línea de defensa. Cuando ellos mueren nunca se habla de víctimas inocentes, pero ellos mueren para que todos nosotros disfrutemos de un poco más de libertad... Eso es lo que nunca debemos olvidar.


NUESTROS POLÍTICOS Y LA PRENSA. Llevo siendo periodista 23 años, desde que en el verano de 1986 llegué a la redacción de informativos de Antena 3 de Radio como becario. Antes, pasé varios veranos en la redacción del diario Pueblo, viendo cómo trabajan los compañeros de mi padre: Jesús Soria, Adrián Guerra, Pedro Pablo San Martín, Jaime Semprúm, Vasco Cardoso, Arturo Pérez-Reverte.... Tras pasar por Antena 3 llegué al diario Ya, donde en 1987 encontré a periodistas como Angel Gonzalo, María José Manteiga, Javier Saz, Pilar Martínez Ruipérez, Julián Redondo, Carlos Marcote... Aquel verano de 1987 llegamos al Ya Juan Carlos Serrano, Javier Espinosa, Techu Baragaño y yo, además de otros compañeros a los que no recuerdo. En 1990 llegué a El Sol. Aquella redacción era impresionante. Allí estaban Alberto Pozas, Gonzalo López Alba, Carlos Castro, Mar Hedo, José Manuel Romero, Ramón Lobo, Rafa Fernández, Berna G. Harbour, Julio Maldonado, Julio Ruiz, Arsenio Escolar, Juan Mora...
Así que con 22 años, yo había conocido a un plantel de profesionales de la información impresionante. Tipos con estrictos códigos laborales y personales, implacables en su oficio...
Hago toda esta introducción para preguntarme: ¿qué ha pasado?, ¿dónde se quebró este oficio? ¿cómo es posible que en nuestra profesión sucedan cosas como la que ocurrió esta semana en el Ministerio de Trabajo? Supongo que todos estaréis al tanto, pero os lo resumo: al acabar una rueda de prensa, un periodista de TVE le hizo una pregunta al ministro Celestino Corbacho, que a su jefe de prensa, un tal Manel Fran i Trenchs, le pareció incómoda para su patrón. Así que, el estalinista metido a jefe de comunicación de un ministerio, le dijo al profesional de la información: "Voy a quejarme. Y voy a informarme de quién eres y evitar que vengas a este ministerio en la medida de lo posible".
Me encantaría saber qué habría ocurrido si el jefe de prensa de un secretario de Estado norteamericano o de un ministro británico hubise hecho algo parecido. No sólo habría durado en el cargo unos noventa segundos, sino que probablemente, su imprudencia y su prepotencia le habría costado el puesto a su superior. Pero, claro, ni en Estados Unidos ni en el Reino Unido se convocan ruedas de prensa en las que no se premiten preguntas; ni en esos países los periodistas se han convertido aún en correas de transmisión de los gabinetes de prensa de los ministerios...
En España, la prensa ha fracasado de manera estrepitosa. Los políticos la han domesticado y sólo la emplean a su antojo –yo mismo sufro eso en Interior–, según sus intereses. Y de lo que estoy seguro es de que ninguno de esos profesionales de los que hablaba al principio lo habrían permitido. O al menos prefiero pensar eso.

UNA SANA LECTURA. Lo he tenido que leer varias veces. Este artículo publicado hoy en El País se convierte, gracias al pensamiento único de lo políticamente correcto hoy imperante, en una verdadera pieza de museo. Imagino que casi nadie se hará eco de él, sino es para deprestigiar a su autor o para acusarle de ser agente del Mossad o de islamófobo recalcitrante. Eso, en el mejor de los casos. De ahí a genocida hay un corto camino. Pero, desde aquí, me encantaría recomendaros su lectura.