30 de marzo de 2009

La increíble ascensión de la alcaldesa de La Muela, esta semana en Interviú


La Muela, una localidad de Zaragoza de apenas 2.000 habitantes, es el último escenario donde la Justicia ha intervenido para poner orden y acabar con la corrupción de sus gobernantes. Suma y sigue. Detrás de cada próspero ayuntamiento, parece haber una red de corrupción, sobornos, cohechos... Y, lo peor de todo, es que parece ya enraizado en nuestro sistema de administración local. El "si no pagas, no construyes" es una realidad aceptada por empresarios, concejales y hasta por los vecinos, que, como los de La Muela, son partícipes de la bonanza económica del municipio. Pero quienes de verdad son beneficiados por esta cultura son los gobernantes. Esta semana, en Interviú, mostramos en exclusiva las fotografías del gigantesco patrimonio que había acumulado María Victoria Pinilla, alcaldesa de La Muela, y su familia. La foto que veis aquí es la de su casa en Casa de Campo, la urbanización más exclusiva de la Romana, en República Dominicana. La mansión ronda el millón y medio de dólares de valor, aunque la alcaldesa ha dicho que fue una ganga, que apenas le costó 30 millones de las antiguas pesetas.
Pero la alcaldesa y su marido –que comenzaron su actividad profesional criando conejos– también son propietarios de casas en Sotogrande, en Manilva y de más de 600.000 metros en terrenos... Hoy, la alcaldesa está en prisión y a buen seguro que la policía tiene un enorme mapa para elegir sl siguiente destino.

18 de marzo de 2009

Solidaridad


Como decía hace un par de posts, hay ocasiones en las que uno se reconcilia con este oficio y el reportaje que publicamos la semana pasada en Interviú sobre el asesinato de María Socorro da Silva ha sido una de ellas. La lectura de nuestra historia motivó a un grupo de inmigrantes a movilizarse para recaudar dinero y ayudar a la familia de la víctima del crimen. Han abierto una cuenta en una oficina de La Caixa de Orense y yo me limito a indicar aquí el número de cuenta: 21006219280200017175.

17 de marzo de 2009

Reflexiones


Hay circo para rato. La nueva versión que Miguel Carcaño ha dado hoy sobre el crimen va a conseguir que esto se prolongue unas cuantas semanas. Confieso la inmensa pereza que me provoca el asunto, pero quiero compartir con vosotros unas cuantas reflexiones que hoy hemos hecho en nuestro Territorio Negro, el espacio que tenemos en el programa de Onda Cero Julia en la Onda.
Un reo, un imputado, un acusado está en su perfecto derecho de mentir las veces que le dé la gana. A diferencia de un testigo, que puede ser acusado de falso testimonio, a un acusado las mentiras le salen gratis, penalmente hablando. Y eso es así siempre, aunque estas mentiras supongan cientos de miles de euros al Estado y un dolor absolutamente insoportable para las familias de las víctimas. Así que Miguel puede decir dentro de una semana que llevó el cuerpo de Marta a Zahara de los Atunes o al Algarve...
Raro era que, habiendo un menor por medio en toda esta historia, nadie le echase la culpa del crimen. Y, precisamente, fue el menor quien acusó con mayor detalle, no sólo a Miguel, sino también a su hermano, Francisco Javier. Ahora, naturalmente, fue el menor quien mató a la chica, según la nueva versión del hasta hoy asesino confeso.
Y aprovechando que en el río no se ha encontrado ni el cadáver ni el cenicero, el cenicero ha desaparecido ya de los hechos. Pues bien, ¿qué explicación hay ahora de la sangre de la víctima encontrada en el interior de la chaqueta que llevaba Miguel el día del crimen y que él mismo dijo que era porque se había guardado allí el cenicero?
Las nuevas revelaciones de Carcaño se han hecho en sede judicial. Sin policías delante. Y tras un mes encarcelado y ni se sabe cuántas visitas de su abogado. Todos los que conocemos este terreno, sabemos lo distinto que es un interrogatorio en un juzgado a un interrogatorio en una comisaría (y no estoy hablando en ningún momento del uso de la violencia).
Sorprende que el cambio de versión haya llegado el día que se suspendían las labores de búsqueda en el Guadalquivir y después de que el padre de Marta haya insistido en las últimas semanas en que su hija no estaba en el río. Parece que alguien ha cogido al vuelo la idea.
Y ahora, lo que tiene por delante la policía es un vertedero de una hectárea de superficie y unos quince metros de altura de basura acumulada. Al menos hasta que a algún abogado se le ocurra otra cosa...

16 de marzo de 2009

Socorro no regresará a Brasil

Me lo ha contado Patricia Torres, de El Faro de Vigo, una de las pocas periodistas que se interesó por el asesinato de María Socorro da Silva, la brasileña muerta a manos de un prejubilado orensano, Ramón Fernández. Finalmente, el cuerpo de la joven será enterrado en Orense y el ayuntamiento correrá con los gastos. Triste final a una triste historia. La madre y la hija de María no podrán ni siquiera velar el cuerpo de la mujer, ni llevarle flores, ni siquiera depositar las cenizas donde quiera que le hubiese gustado a María. Con más de veinte años de experiencia en el periodismo de sucesos, sé que en este tipo de tragedias sale lo peor, pero también lo mejor de las personas. Me cuenta José Antonio Ponseti, director de Efectos Secundarios, el programa de Caracol Miami en el que colaboro todos los viernes, que hay oyentes dispuestos a enviar dinero para que María regresase a Brasil. Patricia Torres también me ha contado que en Galicia había un grupo de inmigrantes que estaban recaudando dinero para la misma causa. Gracias a todos los que, como yo, os ha conmovido la historia de María. Cosas así te hacen recuperar un poquito la fe en este oficio.

9 de marzo de 2009

El crimen de María Socorro, esta semana en Interviú


María Socorro da Silva tenía 26 años, una niña de seis años en Brasil y una madre con la que hablaba cada dos días. Murió asesinada por Ramón Fernández, un prejubilado de Orense, que la golpeó y le metió dos tiros en la cabeza para no pagarle los 80 euros que le debía. María se convertía en Kelly cuando ejercía de prostituta. Ramón fue su último cliente.
El suceso es terrible, de esos que a los reporteros más veteranos aún nos estremecen. Esta semana hemos querido contar su vida y su muerte en Interviú, porque María murió como Marta y acabó arrojada a un río, como la joven sevillana, pero nadie la buscó. Sólo una compañera de piso y los policías de la UDEV Central, que resolvieron el asesinato. Casi ningún medio se ha fijado en este crimen y la foto que publicamos en la revista y que os reporduzco aquí es la única imagen de la mujer asesinada que ha aparecido en un medio de comunicación.

Las declaraciones de los asesinos de Marta del Castillo, esta semana en Interviú


He escrito aquí mucho sobre el tema de Marta del Castillo, especialmente sobre el tratamiento que le han dado los medios al crimen. En Interviú hemos sido prudentes. Afortunadamente, todavía podemos seguir haciendo periodismo de sucesos. Eso es lo que intentamos semana a semana mi compañero Luis Rendueles y yo. Por eso, esta semana nos limitamos a publicar el contenido de las declaraciones de Miguel Carcaño y Samuel Benítez, los dos principales inculpados por el crimen, en dependencias policiales. Sus testimonios completos, tal y como lo dijeron en comisaría. Nada más. Lo podéis leer esta semana en Interviú.

Dos años de la desaparición de Yéremi, esta semana en Interviú


Se cumplen hoy dos años de la desaparición del pequeño Yéremi Vargas, en Vecindario, una localidad interior de la isla de Gran Canaria. Nada se sabe de él. Mientras su madre soporta un dolor difícil de explicar, hay quien hace de su tragedia un macabro juego. Como contamos esta semana en Interviú, al menos diez menores han sido identificados por la Guardia Civil por llamar a casa de la madre del desaparecido y hacerse pasar por el niño o por sus secuestradores. Un síntoma más de que algo falla en esta sociedad cuando críos de 13 ó 14 años completamente normales deciden pasar el tiempo causando tanto dolor de manera gratuita.

7 de marzo de 2009

¡Qué poco respetamos otras culturas!


"Es necesario comprender al prójimo. Hay que tener en cuenta las especificidades culturales y religiosas de un país como el nuestro". Son palabras del embajador de Mauritania en España, Sidi Mohamed Ould Boubcar, que está molesto porque la Audiencia Provincial de Cádiz está juzgando a tres compatriotas. No cometieron más delito que –el matrimonio que se sienta en el banquillo– obligar a su hija de 13 años a casarse y a mantener relaciones sexuales con un hombre de 40 años –el tercer procesado–. El diplomático invocó a la cacareada alianza de civilizaciones para pedir comprensión ante una costumbre completamente normal en su país. No me extraña que el embajador esté enfadado. ¿Cómo es posible que estos jueces de Cádiz no hayan respetado el multiculturalismo y las ancestrales tradiciones del pueblo mauritano? ¿Cómo no han podido comprender que en Mauritania el único estado de derecho que funciona es el de la sharia, es decir, la ley islámica? ¿Cómo no pueden entender ni jueces ni fiscales que si una niña de 13 años no quiere meterse en la cama con un tipo de 40 elegido por sus padres debe ser lapidada? ¿Dónde están los comunicados de protesta de la Casa Árabe? ¿Y el artículo de Gemma Martín Muñoz pidiendo respeto por el Islam y tachando de islamófobos, racistas y perritos falderos de George Bush a los que nos gusta más la cultura occidental, en la que una niña no se puede casar ni mantener relaciones sexuales con nadie?
Leo las crónicas del juicio en ABC y en El País. Leo que la víctima de esta historia, Selamha Mint Mohamed, que ahora tiene 16 años, tuvo que declarar por videoconferencia. Leo cómo contó que su padre le dijo que iba a ser lapidada y que él iba a tirar la primer piedra. ¿Quién es ese padre? ¿Acaso un hombre recién llegado de la lejana Mauritania, incapaz de comprender nuestra cultura? No, ni mucho menos. Leo que se trata de un tipo que lleva dos décadas viviendo en Puerto Real (Cádiz), pero que ni siquiera habla castellano. Que tiene otros dos hijos, nacidos en España, pero que se ha negado a que sean españoles.
El caso es la historia del fracaso de las políticas equidistantes, de las políticas que abogan por el multiculturalismo, por la integración sin exigencias, por el complejo de culpabilidad que arrastramos en Occidente y por la permisividad con conductas inadmisibles. El fiscal pide 16 y 17 años de prisión para los padres de la niña y 10 para el marido. Espero que la justicia, nuestra justicia, haga caer todo el peso de la ley sobre los tres y que nuestro país proteja a Selamha y a todas las Selamhas que lleguen a España.