29 de noviembre de 2007

El peluche Mahoma y la joven violada
condenada a prisión


Gillian Gibbons, una profesora británica de 54 años, ha sido condenada en Sudán a quince días de prisión por "ofender a las creencias religiosas e incitar al odio". ¿Su delito? Llamar a un oso de peluche Mahoma, el nombre que eligieron para la mascota los alumnos de su clase, niños sudaneses de siete años. La presión diplomática británica ha debido ser fundamental para librar a la profesora de las penas que le podían haber impuesto los tribunales sudaneses: 40 latigazos y un año de prisión.
Hace unos días, conocimos que una chica saudí de 18 años fue condenada a seis meses de cárcel y 200 latigazos. Y eso después de haber sido violada por siete hombres. Se la condena porque, en el momento de la violación, la joven estaba hablando con un hombre del que no era familiar, algo que en Arabia Saudí, el poderoso aliado de Occidente en el Golfo, es delito.
Los dos casos apenas han ocupado espacio en los periódicos de esta semana, pero éste último sí dio pie a un magnífico artículo de Rosa Montero publicado el pasado martes por El País, del que me permito reproducir parte: "Me pregunto qué opinan del caso todos esos individuos que abogan por el relativismo cultural. Aquellos que dicen que no podemos juzgar las sociedades islámicas desde Occidente. Y que los nigerianos e iraníes que lapidan a las adúlteras, por ejemplo, tienen sus razones culturales para hacerlo, razones que no podemos entender y que debemos respetar. Aunque parezca mentira, hay personas cultivadas que sostienen tal cosa, y el argumento se utilizó en la crisis de las viñetas de Mahoma. Esta falacia finge ser respetuosa con el contrario, pero en realidad es paternalista y cobarde: desdeña la capacidad ética del otro y evita ayudar al oprimido. En todas las sociedades ha habido individuos que supieron denunciar los abusos del entorno.
Ni una palabra más. Sólo que espero que algún día, como leía hace poco a Ayman Hirsi Alí, la Ilustración llegue a las sociedades islámicas.

La cocaína pudre Guinea Bissau


Guinea Bissau es un pequeño país del África Occidental, con una superficie menor que la de Bélgica y una población que no llega a los dos millones de habitantes. A diferencia de otras naciones de su entorno, en Guinea Bissau no hay guerra civil ni por las calles de sus ciudades se ven soldados disparando a diestro y siniestro. Pero a Guinea Bissau ha llegado un cáncer que está pudriendo los cimientos del país: la cocaína de los narcotraficantes colombianos.
Ya hace tiempo que las autoridades anti-droga de medio mundo están avisando del peligro que suponía que los grandes carteles colombianos se instalasen en África, donde el nivel de corrupción es mucho mayor que en ninguna otra parte del mundo. A mayor miseria, mayor facilidad para corromper. Ya no es una amenaza. Ya es un hecho. Una gran parte de la cocaína que llega a Europa ha pasado por África, donde los narcos colombianos han extendido su poder a base se comprar policías, militares y todo lo que sea necesario para desarrollar su negocio con tranquilidad. Hace unos días, llegó a mi poder un demoledor informe de Reporteros sin fronteras sobre la realidad del país. Su lectura sobrecoge, especialmente a los que hace tiempo que escribimos acerca de lo que podría significar la irrupción del narcotráfico en África. Los peores temores se han hecho realidad. En el citado informe, se cuenta el caso de un periodista local, Allen Yéro Emballo, que tuvo que refugiarse en París por acercarse demasiado a las cordiales relaciones que narcos y militares mantienen en su país. El pasado verano, tras revelar que altos mandos del ejército protegían a los colombianos, Allen y su familia fueron amenazados y el reportero decidió quitarse de enmedio. Los 50 euros que gana allí mensualmente un periodista no merecían poner en riesgo su vida o la de su familia.

El régimen del presidente Nino Vieira está en manos de los militares, comandados por el temible general Batista Tagm Na Wai y éstos parecen haberse convertido en los mejores socios de los carteles colombianos, como denunció Allen Yeró. Una Policía Judicial que apenas llega a los 70 inspectores y que sólo cuenta con un vehículo es la única fuerza que parece dispuesta a luchar contra lo que ya es una realidad, que Guniea Bissau se convierta en un narcoestado. El pasado mes de abril, según relata el documento de Reporteros sin fronteras, la policía detuvo a un teniente y a un capitán con más de 600 kilos de cocaína. A las pocas horas, el jefe del Estado Mayor, el general Batista Tgam, investido en juez, decretó su libertad sin cargos.
Así que apenas medio centenar de policías y un puñado de informadores son la única oposición a la alianza de los narcos con los militares. Especial valor tiene Agnello Regalla, el director de Radio Bombolom, una emisora verdaderamente libre que se ha enfrentado con el poder de los militares , hasta el punto de que éstos le han amenazado con "bombardearle la emisora". Y todo por 50 euros al mes. Estremece, siendo periodista en esta parte del mundo, la dignidad, el valor y la profesionalidad de esos compañeros. E indigna pensar en los compañeros que aquí, por no se sabe muy bien qué razón, cuentan con escolta a cargo del Ministerio del Interior.

27 de noviembre de 2007

La amenaza del presidente vitalicio


La ola antinorteamericana que recorre España desde hace ya muchos años, corregida y aumentada con la nefasta presidencia de George W. Bush, había convertido a Hugo Chávez en un tipo que caía bien en nuestro país. Era capaz de enfrentarse al gigante yanqui y de reivindicar un pintoresco indigenismo frente al imperialismo del vecino del norte. Chávez había echado de su país a la DEA y hacía buenas migas –son socios en la OPEP– con la horma del zapato americano en Oriente, Mahmud Ahmadineyad, el presidente iraní que niega el Holocausto, niega el derecho a existir de Israel y tiene una extraña afición por enriquecer uranio. Eso era así hasta instantes antes de que el Rey de España le hiciese callar en la cumbre iberoamericana de Chile. A raíz del incidente, la verborrea del tipo que aspira a convertirse el próximo domingo en presidente vitalicio de Venezuela está empezando a escocer en España. Sus invectivas contra las empresas españolas y sus soflamas contra nuestro país han irritado hasta a los que no hace mucho corrían a hacerse fotos con él y con otros ilustres del indigenismo, definidos por Álvaro Vargas Llosa como los perfectos idiotas lationoamericanos.
Pero España, al fin y al cabo, está a miles de kilómetros de Venezuela y todo lo que puede perder son miles de millones de euros. Pero lo tiene Colombia, a quien Chávez también está dedicando ahora buena parte de sus insultantes soflamas. El veto del presidente Álvaro Uribe a la mediación de su homólogo venezolano con los terroristas de las FARC ha abierto la caja de los truenos. Venezuela tiene dos mil kilómetros de frontera con Colombia y en buena parte de ella se centran las actividades de las FARC, un grupo terrorista que mantiene a más de 600 personas secuestradas y que se financia con la cocaína que exporta a medio mundo. La guerra emprendida por Uribe contra el narcoterrorismo tiene ahora un nuevo escollo: su vecino venezolano. No es extraño que Uribe haya acusado a Chávez de querer incendiar la zona. Y el domingo, puede ser presidente vitalicio. Y al que se oponga, a tiros con él.

Disculpas valientes

Y la gran incógnita quedó despejada. El juez Gómez Bermúdez arropó a su esposa, Elisa Beni, en la presentación de su libro. El magistrado no decepcionó a los que le tienen por valiente y arrojado y se presentó ayer en el Círculo de Bellas Artes, el lugar elegido para la puesta de largo de La soledad del juzgador. El acto, del que la prensa hoy destaca, por encima de todo, las ausencias de los compañeros de Sala de Gómez Bermúdez, tuvo algo muy positivo: las disculpas públicas de la autora a las víctimas que se hayan sentido ofendidas por el contenido del libro. Un perdón hecho en presencia de algunos de los abogados de las víctimas que, efectivamente, se han sentido ofendidas.
Esa petición de disculpas llega tarde, según algunos. Para mí, tiene valor. Porque en un tema como los atentados del 11 de marzo, muchos, muchísimos, deberían de haber pedido unas disculpas que nunca han llegado. No sólo Pilar Manjón, sino otras muchas víctimas, policías, guardias civiles, jueces, fiscales... Todos ellos han sido vilipendiados, ofendidos e insultados por algunos abogados y periodistas. Está por ver la primera petición de disculpas de alguno de ellos. Al menos, Elisa Beni, que sigo pensando que no debía haber escrito un libro sobre el 11-M, ha tenido el coraje que a muchos otros les falta. El coraje de pedir perdón.

25 de noviembre de 2007

Secretos del 11-M al descubierto


Se habían acallado los ecos de la sentencia del 11-M, el Partido Popular había decidido enterrar el caballo de batalla conspiratorio, el caso parecía quedar ya en manos de juristas que decidirían en el Alto Tribunal el rigor del fallo, cuando apareció la mujer del juez Gómez Bermúdez y su libro. Elisa Beni ha logrado lo que parecía casi imposible: que El País y El Mundo se hayan puesto de acuerdo para descalificar el libro La soledad del juzgador. Pero con matices, naturalmente. El editorial de El País de ayer arrancaba con las siguientes palabras, que yo suscribo: "De todos los periodistas que hay en España, ninguno tenía más motivos para no escribir un libro titulado 'La soledad del juzgador. Gómez Bermúdez y el 11-M' que Elisa Beni, responsable de comunicación del Tribunal Superior de Madrid y esposa del presidente del tribunal juzgador de los atentados del 11-M, Javier Gómez Bermúdez.
El Mundo, por su parte, solicitaba también en su editorial de ayer que el Consejo General del Poder Judicial abriese un expediente al juez Gómez Bermúdez por revelar secretos sobre las deliberaciones. Si el CGPJ no toma esta iniciativa, para el periódico, "habrá que llegar a la conclusión de que Gómez Bermúdez se ha ganado una patente de corso por su habilidad al dictar una sentencia que parece destinada a contentar por igual a los defensores de la verdad oficial sobre el 11-M que a quienes la hemos cuestionado".
Para mí, ni el libro no pasa de ser una recopilación de referencias al juicio ya publicadas, un repaso a lo que escribieron algunos compañeros y algún detalle costumbrista, como el paracetamol que de cuando en cuando tiene que tomar Gómez Bermúdez cuando llega a casa tras una agotadora jornada en la Audiencia Nacional. Pilar Manjón también ha mostrado su disgusto por el libro, al considerar que la mujer del magistrado la ha puesto en el punto de mira del terrorismo islamista, ya que revela su participación en la reapertura del sumario del atentado del restaurante El descanso. Y el juez Alfonso Guevara, compañero de Gómez Bermúdez en el tribunal del 11-M, tampoco parece muy contento con las referencias que hay acerca de él en el libro. Así que, como veis, unanimidad casi absoluta a la hora de censurar la obra de Elisa Beni.
Sin embargo, de todos los supuestos secretos que revela el libro, sí hay unos que no deberían haber sido vulnerados jamás. Son los secretos de unos niños, hijos de víctimas del 11-M, que le entregaron en una caja al juez Gómez Bermúdez en una emotiva visita de los pequeños a la Audiencia Nacional. En aquel acto, al que también acudió el abogado defensor Endika Zulueta, los niños escribieron sus reflexiones, sus pensamientos, sus sentimientos más íntimos y se los entregaron al juez que debía decidir sobre el destino de los que mataron a sus padres. Se los entregaron en una caja cerrada. Sólo el juez, que siempre mostró una exquisita dedicación a las víctimas, debía haber conocido el contenido de esa caja. Ahora, gracias a Elisa Beni, los puede conocer cualquiera.

23 de noviembre de 2007

Chávez negociando con las FARC
o la zorra al cuidado del gallinero


El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha decidido que su homólogo venezolano, Hugo Chávez, abandone su labor de mediación con las FARC, la guerrilla colombiana, para lograr la liberación de alguna de las 600 personas que los terroristas mantienen en su poder, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt. La excusa para poner fin a las gestiones de Chávez ha sido la llamada de éste a un alto mando militar colombiano, algo que Uribe había prohibido expresamente. Pero el cese del caudillo venezolano como negociador podía haber llegado por otras muchas razones, como por el hecho de que se reuniese con dos jerifaltes terroristas en Caracas sin avisar a Uribe. O por el campamento de las FARC que un satélite fotografió en la sierra venezolana de Perijá. O por no haber entregado una sola prueba de vida ni de Betancourt ni de uno solo de los secuestrados por los terroristas colombianos. Como contábamos esta semana en Interviú, el 80 por ciento de la droga que llega a Europa sale de las costas venezolanas y cruza la frontera entre Colombia y Venezuela por la zona controlada por las FARC; muchos terroristas, al igual que muchos narcos colombianos, poseen pasaportes venezolanos... La zorra al cuidado del gallinero o Chávez negociando con sus "hermanos" de las FARC.

21 de noviembre de 2007

Las explicaciones de 'El diario de Patricia' y la responsabilidad

Sveltana, la mujer asesinada por su ex pareja tras aparecer en El diario de Patricia, pensaba en el plató se iba a encontrar con un familiar de Rusia. La productora responsable del programa, Boomerang, ha dado explicaciones sobre lo ocurrido. Según cuenta hoy El País en su edición digital, el asesino, Ricardo, se puso en contacto con el programa para dar una sorpresa a la mujer "a la que quería pedir perdón por un problema económico", según declaró el director de producción de Boomerang. A partir de aquí, reproduzco la información de Óscar Gutiérrez: "El proceso habitual de la productora en este tipo de casos y con parejas de por medio requiere, en primer lugar, ponerse en contacto con la persona afectada. La joven rusa aceptó participar en la sorpresa. ¿Hasta dónde sabía Svetlana? Según la productora, la joven conocía sólo que iba a recibir un mensaje. Tanto conversaciones con el equipo que trabaja con los invitados, como en la conversación introductoria con la presentadora, Svetlana barajó entre los sujetos de la sorpresa un familiar llegado de su país natal o su ex pareja. Una semana antes de la emisión, por tanto, El Diario de Patricia tenía ya el ok de los dos protagonistas. Siguiente paso: la productora somete a los invitados a un formulario que, entre otras cosas, pregunta si existen causas pendientes, orden de alejamiento alguna o algún caso de malos tratos. En el caso de Ricardo y Svetlana todas las preguntas dieron signo negativo. Nada extraño alrededor de la relación entonces rota. Más allá incluso, la productora afirma que se puso en contacto, como es habitual, con uno de los familiares de la joven. Tampoco alertó sobre algo que hiciera pensar que no se debía celebrar el encuentro. De hecho, según cuentan antiguos trabajadores de la productora y de este espacio en concreto, si existen indicios de abusos o malos tratos se suspende la sorpresa."

Tras la noticia, las reacciones y las opiniones. Todas, respetables. Algunas, como la de Montserrat Comas, presidenta del Observatorio de la Mujer del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), desmedidas. Comas ha dicho que el programa podría haber incurrido en una "responsabilidad civil por daños en el derecho de imagen y del honor de las personas y que podría haber responsabilidad civil "si se confirma que no existía consentimiento de la mujer". Como ella misma ha recordado, el único responsable de la muerte de Sveltana es su asesino. Penal y civilmente. Los contenidos del programa pueden ser discutibles, pero de ahí a resposanbilizar a la televisión del crimen hay un trecho muy largo.

20 de noviembre de 2007

Ricardo, otro asesino televisivo


Primero fue Ana Orantes, que fue asesinada en 1997 por José Parejo, su marido, después de denunciar los cuarenta años de malos tratos que llevaba sufriendo. Luego vino Pedro José Nueda, que fue detenido en 1999 por asesinar a su mujer, Mari Carmen Perelló, cinco años atrás, después de haber aparecido en el programa ¿Quién sabe dónde? pidiendo ayuda para encontrar a Mari Carmen, cuando ya la había matado y descuartizado. Fue arrestado tras volver a los platós, esta vez con su nueva novia, junto a la que acudió a Para toda la vida, un concurso para parejas comprometidas y en el que el premio era un viaje de ensueño. Los detalles de la vida y crímenes de estos dos asesinos mediáticos los podéis encontrar en nuestro primer libro, Así son, así matan. Ahora, años después, la historia se repite.
Ricardo, un alicantino de 30 años, ha vuelto a recorrer el camino que separa los platós de televisión del crimen. Ricardo fue uno de los invitados la semana pasada al programa de Antena 3 El diario de Patricia. Allí, ante las cámaras y la impasible conductora del programa, Ricardo le pidió perdón a su ya ex novia Sveltana, a la que rogó que volviese con él. La joven rusa se negó delante de toda la audiencia y firmó, sin saberlo, su sentencia de muerte. Unos días después de la emisión del programa, Ricardo degolló a Sveltana, madre de una niña de dos años, en la puerta de su casa.
elmundo.es ha colgado el vídeo de la entrevista a Ricardo y Sveltana. Prefiero no pararme a pensar en las tretas con las que la joven rusa fue convencida para acudir al plató donde se encontró con alguien a quien ya había decidido dejar de ver para siempre. No creo que no acudir al programa le hubiese salvado la vida, pero le habría ahorrado el último trago de tener que ver a Ricardo, que había sido condenado a once meses de prisión por maltratarla y contra quien no tuvo valor de declarar para ratificar la orden de alejamiento. Pero, naturalmente, el espectáculo debe continuar. Y no se trata de matar al mensajero. El único responsable de la muerte de Sveltana es Ricardo, su asesino.

La Chávez Connection, en INTERVIÚ


El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sigue con sus bravatas, amenazando los intereses de las empresas españolas en su país, pero Venezuela es desde hace unos años –casi los mismos que el bolivariano está en el poder– el país más caliente de Sudamérica en relación al tráfico de cocaína. Interviú revela esta semana que los servicios antidroga españoles calculan que el 80 por ciento de la droga que tiene por destino Europa sale de las costas venezolanas. Además, los tripulantes de un barco interceptado con tres toneladas de cocaína manifestaron al juez que la droga fue cargada en su buque por naves de la armada venezolana; los narcos colombianos detenidos en España portan sistemáticamente pasaportes venezolanos; la DEA –el Gran Satán de Chávez– ha difundido informes que aseguran que el ejército venezolano colabora con el negocio del narcotráfico que sostiene económicamente a la guerrilla colombiana de las FARC; Chávez indultó a Walter del Nogal, un traficante detenido en Italia y condenado en Venezuela por asesinato... Para muchos –algunos de ellos ya han escrito a Interviú– todos son intoxicaciones interesadas que sólo tratan de criminalizar al gran caudillo bolivariano...
Pero Chávez no sólo irrita a los servicios antidroga. Los servicios antiterroristas también tienen mucho que echar en cara al presidente venezolano. Si bien es cierto que hay etarras en ese país desde los años ochenta, antes de la llegada de Chávez al poder, eran empresarios privados y ahora algunos están integrados en la administración venezolano. Alguno de ellos, incluso, como Arturo Cubillas, acusado de tres asesinatos en España, ha llegado a director de Bienes y Servicios del Ministerio de Agricultura. Su esposa, Goizeder Odriozola, es directora general del Despacho de la Presidencia, un órgano muy cercano a Chávez. Otros cuarenta activistas de ETA viven cómodamente bajo el manto protector del gobierno de Chávez, que incluso les da trabajo para aleccionar a los Círculos Bolivarianos, la guardia pretoriana del presidente, encargada de reventar las manifestaciones contra el todopoderoso caudillo. Toda la información, esta semana en Interviú.

El mejor 'Guateque', en INTERVIÚ

Los compañeros de Interviú Alberto Gayo y Luis Rendueles publican esta semana la mejor información acerca de la operación Guateque, que ha puesto al descubierto una trama de corrupción en el Ayuntamiento de Madrid. En la revista se puede ver la primera foto publicada de Victoriano Ceballos, el cerebro de la trama, y todos los detalles de la investigación de la Guardia Civil. Las pesquisas han destapado que negocios tan conocidos como la clínica Ruber, la cafetería Rodilla o la SGAE tuvieron que pagar la mordida para que sus establecimientos abriesen o siguiesen funcionando sin problemas. En el reportaje que esta semana publica Interviú, se pueden leer las comprometidas conversaciones de Ceballos y datos acerca de los informes que la Guardia Civil ha remitido al juez y que afirman que los funcionarios corruptos del Consistorio madrileño se ampararon en su conocimiento de los complejos mecanismos de la Administración y en el "inexistente control por parte de entidades superiores".

12 de noviembre de 2007

La mafia polaca, esta semana en Intervíu



Salen de su país, viajan más de dos mil kilómetros en busca de un futuro en una nación de la que apenas conocen un par de equipos de fútbol, de la que desconocen su idioma... Pero muchos inmigrantes polacos logran labrarse un futuro a base de horas y horas de trabajo: en la construcción, en los transportes, en el servicio doméstico... Algunos de ellos hasta consiguen fundar su propia sociedad, con la que dan trabajo a otros compatriotas. El sueño de la emigración hecho realidad y hecho pedazos cuando aparece la impía mafia polaca. Polacos que eligen a sus víctimas con el único criterio de que sean polacos, con lo que creen garantizada su impunidad: una especie de omertá recorre esa comunidad y protege a las bandas dedicadas a extorsionar, a pedir un dinero con la única contrapartida de que la víctima y su familia no sufran daños.
A veces, las víctimas se resisten o, simplemente, no pueden pagar lo que les exigen las bandas. Palizas brutales, planchas ardiendo en el pecho, orejas rebeanadas... Esos son los métodos de la mafia polaca, que esta semana desvelamos en Interviú.

El suicidio de un ciudadano polaco dio lugar a la operación Heidi, llevada a cabo por el Grupo XVI de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, un puñado de hombres y mujeres policías dedicado a perseguir la delincuencia que viene de Europa del Este. Años atrás habían comenzado a golpear a este grupo, pero unas veces la desidia de los jueces y otras veces el terror insuperable de las víctimas han permitido a los mafiosos salir impunes de otras detenciones. Pese a ello, el Grupo XVI siguió trabajando sin descanso a esta organización. Lo más difícil en estas operaciones no ha sido investigar a los mafiosos. Lo más complicado ha sido convencer a las víctimas de que España es un país en el que todos vivimos bajo el imperio de la ley. Todos. Y de eso se encargan policías como los del Grupo XVI.

Los takfires siguen amenazando España


La corriente del islam takfir wal hijra (anatema y exilio), a la que pertenecían una gran parte de los terroristas del 11 de marzo, sigue amenazando España. Esta semana, en Interviú, podéis leer un reportaje en el que explicamos qué es el takfir y cómo la policía busca a personas relevantes que sigan esta rama del islam, la más peligrosa dentro del salafismo.
Parece que una parte de la lección del 11-M sí se ha aprendido y ahora el control de las mezquitas es casi absoluto por parte de las fuerzas de seguridad. Los imanes no se quieren ver en problemas y vigilan cualquier infiltración radical entre sus fieles. Pero eso no anula el peligro de los takfires, entre cuyas principales reglas está la de ocultar su condición de integrista. Según sus cánones, están autorizados a no dejarse barba, a beber alcohol, a correrse juergas con mujeres e, incluso, a pasear un perro, el animal maldito dentro de la religión musulmana. Todo ello, naturalmente, si ayuda en el supremo objetivo de la yihad. Por eso, los takfires hacen su labor de captación en pequeños oratorios, pisos, locales o garajes, donde lanzan sus incendiarias soflamas en busca de candidatos para unirse a sus filas.
El asunto de los takfires viene muy a cuento ahora que tanto se está hablando de la autoría intelectual de los atentados del 11 de marzo. Al takfir pertenecían Serhane, el Tunecino –según declararon varios de sus más allegados durante la instrucción sumarial–. El hecho de que unas semanas antes de los atentados se afeitase la barba y se convirtiese en inseparable de un traficante de drogas como Jamal Ahmidan cuadra perfectamente con el modus operandi de los takfires, que también justifican la delincuencia si sirve para llevar a cabo la guerra santa. Otros personajes dentro de la trama del 11-M a los que la policía considera takfires son los hermanos Almallah Dabas, Fouad el Morabit y Basel Ghalyoun, o lo que es lo mismo: la casa de Virgen del Coro no era otra cosa que un nido de la corriente takfir.
Tenéis mucha más información sobre el tema en el número de esta semana de la revista Interviú.

5 de noviembre de 2007

Sin reparación posible


Hace un par de semanas anticipamos en Interviú que la sentencia fijaría unas indemnizaciones multimillonarias para las víctimas de los atentados del 11-M. Titulábamos "Un millón de euros por víctima". Finalmente, el fallo dejó en 900.000 euros el dinero que los familiares directos de las 192 víctimas cobrarán como indemnización. No hay reparación posible para un dolor tan inmenso como el que han sufrido las víctimas. El dolor de perder a los más queridos o de sufrir secuelas que arrastrarán durante toda la vida. Pero también el dolor de ser vilipendiadas, insultadas y empleadas con fines espúreos. Los jueces no han podido reparar ese dolor, pero, al menos, han fijado unas indemnizaciones nunca vistas en la historia de nuestro país. Y dedican un apartado especial y una altísima indemnización a Laura Vega, la joven que quedó en coma tras los atentados y a quien está dedicado nuestro libro. Nada me alegró más al conocer la sentencia.

Paisaje tras la sentencia


He dejado pasar unos cuantos días tras la sentencia de los atentados del 11-M para escribir sobre ella. Sé que no es la práctica habitual de los blogeros, pero quería leer con calma el fallo y ver las reacciones de los colegas y los partidos políticos. Mi optimismo cuando escuché al juez Gómez Bermúdez demoler las teorías conspirativas no era más que eso, optimismo. Ya ha habido quien se ha agarrado a unos cuantos clavos para tratar de mantener vivo lo que el fallo judicial ha matado y enterrado para siempre. A vueltas con al autoría intelectual, esta semana en Interviú publicamos una prolija lista. Cualquiera de ellos o todos ellos pueden tener la categoría de autores intelectuales, figura que, por cierto, no consta en el código penas español. Amer Azizi y Said Berraj, dos veteranos yihadistas que mantuvieron contactos y adoctrinaron a varios de los autores de los atentados del 11-M, siguen fugados y sobre ellos podría recaer la llamada autoría intelectual, que también podrían compartir dos imanes: Hicham Tensamani y Mohamed Fizazi. El primero ejercía de imán en Portillo (Toledo) y aconsejaba a Serhane y el segundo se veía con frecuencia con Jamal Zougam y los suicidas de Leganés tenían varios vídeos con alocuciones suyas llamando a la guerra santa.

Dar más vueltas a la autoría intelectual es dar aliento a los que pretenden mantener viva una llama extinguida para siempre. La sentencia ha juzgado lo que había que juzgar: los atentados del 11 de marzo. No se juzgaba la participación de España en la guerra de Irak, aunque los terroristas dejaron clara la relación de los atentados con el conflicto antes y después del 11-M. Desde allí, desde la rama iraquí de Al Qaeda, llegó la mayor parte del aleccionamiento que los asesinos recibieron a través de Inernet. Y sería una broma macabra negar la relación de los autores de los atentados con Al Qaeda. En sus reivindicaciones de los atentados y en la ruptura de la tregua decretada por Jamal Ahmidan, los asesinos firmaron con Ansar Al Qaeda (Los que apoyan a Al Qaeda) en Europa.
En nuestro libro Una historia del 11-M que no va a gustar a nadie dimos especial relevancia a este adoctrinamiento a través de Internet y a las relaciones de la célula de Madrid con Irak. Todas las investigaciones policiales y judiciales iban en esa línea. Casi todos los autores de los atentados murieron en Leganés. Los intelectuales y la mano de obra. Así fue y así lo deja claro la sentencia.