25 de mayo de 2009

Desastre tras desastre


Leo ya sin sorprenderme que la Audiencia de Sevilla ha tenido que suspender sine die el juicio a cuatro pederastas, acusado de violar a una chica de 16 años. La razón de esta suspensión es que se han destruido "por error" cintas VHS y DVD que contenían imágenes de los abusos cometidos contra la víctima, es decir, que se han destruido las pruebas contra los cuatro tipos que se sientan en el banquillo.
Imagino el cabreo de los policías que lograron detener a estos cuatro pederastas. Imagino el trabajo que les costó obtener las pruebas, analizarlas, procesarlas y dejar claras todas las pruebas para que el juez de instrucción pudiese tener todo claro para llevar a juicio a los detenidos. Y ahora, los cuatro en libertad.
Pocas veces trascienden fallos así, pero ocurren casi a diario: intervenciones telefónicas que desaparecen, detenidos que son puestos en libertad por error, fiscales a los que se les olvida ir a la comparecencia de un detenido, cintas de cámaras de seguridad que se pierden... Y no, no hay ninguna conspiración. Simplemente, nuestro sistema judicial es un desastre. Y es un desastre que nadie se encarga de arreglar, porque de él viven miles de funcionarios, jueces y fiscales que se encargan celosamente de encubrirse unos a otros. Nadie nunca asume la responsabilidad de un error. Os garantizo que si un policía o un guardia civil comete un error lo paga. Y lo paga bien caro. Y yo, cuando he cometido errores, los he pagado. Pero ellos no.

19 de mayo de 2009

El caso Lydia Bosch


Esta semana, en Interviú, publicamos los documentos de la denuncia que la actriz Lydia Bosch presentó contra su marido, Alberto Martín, al que acusa de haber abusado de su hija mayor. Una denuncia de la que se ha estado hablando en las dos últimas semanas, dando todo tipo de detalles, en televisiones, periódicos y revistas del corazón. No fue nuestra revista quien contó que la víctima de los abusos era la hija mayor de la popular actriz –de la que, por cierto, en Interviú omitimos el nombre–, sino que fue un auto del juez hecho público el que identificaba a la menor; no fue nuestro semanario el que habló primero de "besos en la boca", sino que fue el propio marido de Lydia Bosch el que lo hizo público en un comunicado.
Ahora, los equipos jurídicos de la actriz y su marido anuncian demandas contra Interviú por haber conculcado los derechos de la menor. Lo único que hemos hecho esta semana en nuestra revista es documentar y fundamentar aquello de lo que se ha estado hablando en las dos últimas semanas. Sin especular, con las pruebas reales y, por cierto, poniendo especial hincapié en proteger la identidad de la supuesta víctima, algo que ni su propio padrastro ni el juez hizo.

11 de mayo de 2009

Las 'narcoabuelas', esta semana en Intrerviú


Isabel Gil Cruz y María Asunción Robles Rodríguez son dos jubiladas de 58 y 55 años, que habían buscado una particular ocupación para llenar su ocio y, de paso, ganar un buen dinero: se dedicaban a embarcarse en cruceros de lujo y, de paso, hacer de correos de una organización de traficantes. Esta semana, en Interviú podéis ver las imágenes de esta pareja durante su travesía, al final de la cual fueron detenidas con 27 kilos de cocaína que intentaban introducir en España.
Los GRECO de Ibiza culminaban así una operación que les ha posibilitado desarticular un grupo de multidelincuentes, dedicados al tráfico de cocaína, de hachís y al cultivo casi industrial de marihuana. Además, uno de los arrestados preparaba el secuestro de un narcotraficante. Todo, esta semana en Interviú.

10 de mayo de 2009

De vuelta, con nuevos retos

Llevo al menos dos semanas sin escribir aquí por varias razones. Vuelvo hoy para contar lo que podéis leer mañana si os hacéis con un número de la revista Interviú. El director, Alberto Pozas, ha emprendido una renovación en el cuadro de mando de la revista y ha hecho varios nombramientos: Luis Rendueles será el nuevo subdirector de Interviú, yo seré adjunto al director y Alberto Gayo y Joaquín Vidal serán los nuevos jefes de sección.
No renunciaré a mi trabajo, el de reportero, pero asumiré nuevos retos en los que espero estar a la altura. Y seguiré por aquí para comentar con vosotros lo que publicamos en Interviú y todo lo que se me ocurra. Como hasta ahora. Gracias de nuevo por pasar por este rincón de la blogosfera.