23 de septiembre de 2008

La fortuna de 'Beto el Gitano', esta semana en Interviú


Edgar Vallejo Guarín era uno de los narcotraficantes colombianos más buscados del mundo. La Agencia Federal antidroga norteamericana (DEA) había puesto el precio de cinco millones de dólares por una pista para dar con él. A principios de este mes de septiembre, una operación conjunta de la Policía y la Guardia Civil posibilitó la detención en Madrid de Edgar, más conocido por el alias que se ganó en Medellín cuando cabalgaba a lomos de su Harley Davidson con la cabeza envuelta en una pañoleta: Beto el Gitano.
Beto disfrutaba en España de una vida de lujo. Vivía en Sant Cugat del Vallés, en una mansión por la que pagaba 3.600 euros mensuales, hacía deporte, seguía por toda Europa los grandes premios de Fórmula Uno, disponía de los más lujosos coches... Al fin y al cabo, disfrutaba de las ganancias que le había dejado el negocio de la cocaína, en el que era uno de los números uno del cártel de Medellín. Según la petición de extradición de las autoridades americanas, Vallejo es el responsable de un alijo de más de 4.000 kilos de cocaína intervenido en 1999 frente a las costas de Florida. Tras este resbalón, el colombiano puso tierra de por medio y se refugió en España, no sin antes convertirse en el venezolano Jairo Gómez, la identidad falsa bajo la que se ocultaba en nuestro país. Todos los detalles de la detención y de la fortuna que había amasado Beto –la Guardia Civil ha localizado tres millones de euros en una cuenta de un banco de Austria–, así como fotos exclusivas, lo tenéis esta semana en Interviú.
La detención de este narco, junto a las recientes caídas de mafiosos napolitanos, provoca cierta inquietud. Parece que España no es sólo refugio de delincuentes británicos de cuello blanco, sino que se está convirtiendo en el lugar de retiro de lo más granado de la delincuencia mundial. Afortunadamente, Policía y Guardia Civil no dejan caer en saco roto los centenares de peticiones de lo que eufemísticamente se llama servicios amigos para poner a buen recaudo a esta tropa.

19 de septiembre de 2008

El 30 de septiembre volvemos a Onda Cero


Ya tenemos fecha de regreso. El martes, 30 de septiembre, a la hora habitual –cinco de la tarde– Luis Rendueles y yo volvemos a hacer Territorio Negro, el espacio de sucesos que tenemos desde el pasado mes de enero en el programa de Onda Cero Julia en la Onda. Volver a trabajar con Julia Otero y todo su equipo nos provoca una enorme satisfacción y también nos llena de responsabilidad. La responsabilidad que significa no defraudar a todos los oyentes que nos han seguido desde enero y que han hecho posible con su fidelidad y con sus comentarios nuestro regreso. Y, por supuesto, la responsabilidad que sentimos al estar en uno de los mejores programas de la radio española y trabajar al lado de un equipo que siempre está muy por encima de lo que nos merecemos. Esperamos no defraudar a nadie.

18 de septiembre de 2008

La 'doctrina Parot' y Pedro Luis Gallego


Recuerdo perfectamente los crímenes de Pedro Luis Gallego, el violador del ascensor. Fue una época dura, en la que casi todos los meses los reporteros de sucesos teníamos que cubrir terribles asesinatos de jóvenes o de niñas cometidos, en algunos casos, por presos de permiso. Fue la época de los crímenes de Olga Sangrador, Laura Domingo Alonso, Leticia Lebrato y Marta Obregón, éstos dos últimos cometidos por Pedro Luis Gallego. Luego llegaron los asesinatos de Alcácer, para poner un horrible broche a una época terrible. Gallego ya había pasado por prisión y era un psicópata de manual. En el año que pasó en libertad cometió dieciocho violaciones y mató a dos jóvenes. Fue detenido, juzgado y condenado a 328 años de prisión, una condena que parece suficiente para sus crímenes.
Sin embargo, como todos los psicópatas de su clase, ha tenido un ejemplar comportamiento en los centros penitenciarios por los que ha pasado, lo que le facilitó, por el hecho de ser condenado por el antiguo Código Penal, extraordinarias redenciones de pena. Tenía previsto salir de la cárcel el próximo mes de diciembre, tras pasar 16 años entre rejas. Esos 16 años eran todo un insulto a la memoria de sus víctimas.
Sólo la presión social y la alarma han logrado que la Sala Penal de la Audiencia de Burgos haya decidido aplicar la doctrina Parot a este criminal. Es decir, la redención se aplicará a cada una de sus penas y no al total de la condena, lo que posibilitará que Gallego no estará en libertad hasta el año 2022. Bienvenida sea la mal llamada doctrina Parot, que debía pasar a ser conocida, simplemente, como sentido común y respeto a las víctimas.

17 de septiembre de 2008

La utilidad de la fuga de Rodríguez Menéndez


Bien está lo que bien acaba. Así que hay que dar por buena la medida anunciada hoy por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y que permitirá a los policías que tramitan los pasaportes acceder a las bases de datos de Instituciones Penitenciarias. Así, por ejemplo, podrán comprobar que el individuo que acude a solicitar un pasaporte no está, pongamos por caso, en un permiso penitenciario y en cuanto se haga con el documento tomará las de Villadiego, Paraguay o las de donde sea... Esto es, exactamente, lo que hizo el abogado José Emilio Rodríguez Menéndez. Aunque parezca mentira, hasta ahora, los funcionarios encargados de expedir los pasaportes no sabían si el solicitante estaba de permiso penitenciario. Sí sabían, evidentemente, si estaba en busca y captura. Pero nada más. Increíble, pero cierto. Creo que demasiadas pocas fugas al estilo Rodríguez Menéndez ha habido.
El Ministerio del Interior tiene un interés especial en cazar al abogado. Aparte del esperpento que ha supuesto su fuga, la policía quiere demostrar, como ya lo hizo años atrás, cuando le detuvieron en Portugal, que no hay ningún trato especial para el letrado y que, como el que más, cumplirá lo que le resta de condena entre rejas, salvo que otro juez de vigilancia penitenciaria se muestre tan sensible a su situación como el de La Coruña que posibilitó su fuga. Ese interés tan especial debe estar detrás del hecho de que hasta Sudamérica, donde está siendo buscado, se haya desplazado un nutrido grupo de agentes de la Comisaría General de la Policía Judicial, comandados por todo un jefe de Brigada, uno de los funcionarios que mejor conoce en España los entresijos del crimen organizado.

15 de septiembre de 2008

Toneladas de droga en veleros, esta semana en Interviú


La cocaína ya no llega a nuestras costas en grandes contenedores a bordo de cargueros; la heroína tampoco sigue ya la tradicional ruta de los Balcanes desde los laboratorios turcos. Los hábitos de las redes de traficantes han cambiado y la atomización de los gigantescos carteles de antaño ha hecho que las rutas también varíen. Esta semana, podéis leer en Interviú cómo la policía española ha intervenido en lo que va de año cinco veleros cargados con centenares de kilos de coca, hachís y, lo más sorprendente, heroína. Precisamente, los entresijos de la operación que acabó con la mayor incautación de heroína de la historia de España –325 kilos en Sitges (Barcelona)– dan una idea muy precisa de este cambio de hábitos del que os hablo. La Brigada Central de Estupefacientes de la Policía sigue estando a la cabeza de Europa y con una enorme diferencia en incautación de droga. Los traficantes cambian, pero los hombres y mujeres de la BCE siguen siendo igual de eficaces. Enhorabuena.

11 de septiembre de 2008

Siete años


Hoy es 11-S. Han pasado siete años de aquella tarde –hora española– en la que el mundo cambió para siempre. En España, la fecha ha pasado casi inadvertida. En Estados Unidos, se siguen celebrando homenajes a los muertos aquel día. Y en alguna remota cueva de Pakistán o de Afganistán, también seguirán celebrando homenajes a sus particulares héroes, los criminales que, ciegos de radicalismo y enfermos de fundamentalismo, perpetraron aquella matanza y dejaron a EEUU en un estado de shock que aún permanece.
Sigo pensando lo mismo que aquella tarde. Esos asesinos no querían dañar a Estados Unidos, esos tipos declararon ese día la guerra contra la civilización occidental, aquella en la que los hombres y las mujeres aspiramos a tener los mismos derechos, aquella que se rige por sistemas de representación democráticos, aquella en la que el estado de derecho y las leyes salidas de los parlamentos son las únicas leyes válidas, aquella en la que, como dice la declaración de Independencia de 1776, todos los hombres tenemos derecho a la vida, la libertad y a la búsqueda de la felicidad... Esos son los principios que aquel 11-S quisieron atacar los terroristas suicidas. Y esos son los que atacaron el 11-M en Madrid y el 7-J en Londres.
Todo lo que ha ocurrido después ha sido desastroso: una guerra inacabada en Afganistán, una estúpida guerra en Irak, la vuelta de Estados Unidos al unilateralismo y el creciente sentimiento antinorteamericano que ha crecido como la espuma en todo el mundo... Los hombres y mujeres que perdieron la vida el 11-S en Nueva York, Washington y Pensilvania no merecían eso. Merecen el respeto y el recuerdo de todos los que seguimos creyendo en los valores de los que antes he hablado.

9 de septiembre de 2008

El 'puzzle blanco', un oasis de calidad


Este verano Telecinco ha decidido emitir por fin el programa El puzzle blanco, un espacio dedicado a tratar en profundidad conocidos casos criminales, una fórmula abordada decenas de veces por diversas productoras y cadenas con bastante poca fortuna en la inmensa mayoría de los casos. Pese a estar postergado a los miércoles de madrugada, el programa está teniendo un notable éxito de audiencia, lo que demuestra que, pese a los que mantienen los programadores, el público no es tan imbécil como ha podido parecer hasta ahora.
Digo esto porque he visto media docena de programas de El puzzle y he tenido que asegurarme que lo que estaba viendo estaba siendo emitido por una cadena privada española. El espacio es un dechado de calidad, seriedad, rigor y buen periodismo de sucesos. Huyen del sensacionalismo, del periodismo de conjetura y centran los reportajes en el relato sumarial y a la vez ameno de lo ocurrido en torno al caso tratado. Como valores añadidos cuenta con unas reconstrucciones hechas por animación casi científicas y con declaraciones de agentes de las fuerzas de seguridad que rara vez se ponen delante de una cámara. Todo ello sirve para elaborar un trabajo de periodismo puro y duro y un entretenimiento de calidad.
Esperemos que el paso de El puzzle blanco por la parrilla de Telecinco sirva de ejemplo. En los sucesos, calidad, rigor y éxito no tienen porque estar reñidos. Y que la próxima vez que a esa cadena o a otra llegue un espacio así no lo tengan en un cajón casi un año, a la espera de que rellene algún hueco. El espectador lo agradecerá. Y los periodistas de sucesos, también.

Mañana juzgan a este violador de menores


La Audiencia Provincial de Madrid juzga mañana, 11 de septiembre, a Cristian Ossio, un peruano que durante años violó a dos menores en Madrid. Las violaciones a una de ellas, de la que comenzó a abusar cuando la niña tenía nueve años, fueron difundidas en Internet por el propio Cristian, que fue detenido en marzo del año pasado. Los hombres y mujeres de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía (BIT) le cazaron después de años de búsqueda y de miles de horas de trabajo en lo que se llamó operación Huaralino.

Los que nos leéis en Interviú tuvisteis la noticia en exclusiva y comprobasteis la clase de tipo que es el hombre que se sienta mañana en el banquillo. A las dos niñas de las que abusó y con las que llegó a irse de vacaciones, las compraba con muñecas y chucherías y, cuando se hicieron mayores, las agredía con un cinturón para que accediesen a mantener relaciones sexuales con él.
Cristian lleva ya más de un año en prisión y ya ha comprobado cómo son las leyes allí. Entró diciendo que estaba detenido por una estafa, pero un recluso le reconoció y le puso la cara como un cuadro. Cosas que pasan. Desde luego, un castigo mucho menor que el que llevarán de por vida las dos niñas a las que esclavizó durante años.

Gonçalo Amaral presenta su libro en Madrid


Mañana, miércoles, Gonçalo Amaral presenta su libro, La verdad de la mentira, en Madrid. Amaral es el inspector jefe que coordinó la investigación acerca de la desaparición de Madeleine McCann y que fue fulminantemente cesado de su puesto el pasado mes de octubre, tras dirigir al investigación hacia los padres de la niña desaparecida en el Algarve el 3 de mayo de 2007. La semana pasada tuve la oportunidad de comer con el ya ex policía y de leer su libro, cuyas pruebas me envió su entusiasta editor. El libro no es, ni mucho menos, un dechado de virtudes literarias, lo que le da mayor credibilidad, porque lo que sí que refleja es el sentir del coordinador de la investigación, una de las más mediáticas de los últimos tiempos.
Amaral me pareció un tipo honesto, con un profundo resquemor por la manera en la que acabaron sus días como policía y porque sabe que cometió gravísimos errores en las primeras horas de la investigación. Al fin y al cabo, como me dijo y como creo que ignora mucha gente, él no era el instructor de la investigación, él mandaba toda la DIC de Portimao: drogas, atracos...
Los que nos seguís en Interviú, habéis leído en las dos últimas semanas lo más importante del sumario del caso, que hemos leído y estudiado. Muchas veces me han preguntado si creo lo que pasó con Maddie, si creo si los padres son culpables o no... No tengo ni idea, lo único que sé es que detrás de las acusaciones contra los McCann no hay intereses espurios ni extrañas conspiraciones a las que por aquí somos tan aficionados. Hay un trabajo policial serio, pero que sólo pudo recoger indicios. Ni una sola prueba contundente.
Para el que le interese el caso, el libro de Gonçalo Amaral es una pieza fundamental, aunque ni él ni nadie están en posesión de la verdad completa.

El accidente de Barajas y el periodismo de sucesos


De vuelta al trabajo desde hace unos días, os confieso que me daba pereza comenzar con el blog. Volví al trabajo cuando ya había pasado una semana desde el accidente de Barajas. Así que esos primeros días fui sólo un lector. Un lector atónito, eso sí. Gente con mucho más talento que yo ya ha escrito del tema. El accidente ha sacado, una vez más, lo peor del periodismo. Por una parte, el periodismo de especulación, es decir, aquel destinado a llenar horas de tele o páginas de periódicos simplemente especulando, apuntando posibles causas sin el menor rigor, dando voz a cualquier pelagatos con nula cualificación. Y, por otra, el repugnante ejercicio de la recogida de declaraciones en momentos como el de entrar a identificar el cuerpo de un familiar. Se les ponía el micro y se daba voz a cualquier persona, por rota que estuviese...
Y así están las cosas. Y se volverán a repetir. Algo se quebró el día en el que los programas que habitualmente se dedicaban a abordar asuntos del corazón, comenzaron a introducir sucesos. Y la quiebra dura hasta hoy. En un corto espacio de tiempo uno puede ver a Belén Esteban hablando de cualquier jilipollez y, sin solución de continuidad, a un supuesto experto en sucesos hablando del crimen de Fago, de Tony King o de las causas del accidente de Spanair.
Naturalmente, hay excepciones. Una vez más, el impresionante trabajo de ABC –¡qué sección de sucesos!– ha empequeñecido al resto de colegas y, cómo no, un medio extranjero, el Wall Street Journal, ha sido el primero que ha hablado con cierto fundamento sobre las causas del accidente. Qué pena, pero es lo que hay. Volveré más optimista y positivo. Lo prometo.