10 de octubre de 2008

Fin del trayecto


Se acabó. La nueva fuga de Emilio Rodríguez Menéndez terminó ayer, jueves, en Buenos Aires, a poca distancia de donde terminó la de hace tres años, en la que también estaba acompañado por su fiel esposa, Vanessa Palomar. Ahora llega la hora de depurar responsabilidades, de averiguar quién le facilitó su salida de España, quién le ayudó en Paraguay para burlar a la policía durante casi un mes... Pero el objetivo principal se ha cumplido: detener y poner ante un juez al prófugo. No en vano, hasta Sudamérica se desplazó un veterano comisario y un nutrido grupo de policías de la Comisaría General de Policía Judicial, que han hecho lo posible y lo imposible por lograr ese objetivo. Aquí tampoco hay rocambolescas conspiraciones ni complicidades del abogado con los aparatos del Estado, como he leído por ahí. Lo que pase a partir de ahora con Don Emilione será cosa de la justicia argentina. Al menos hasta que vuelva a España.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que había oído hablar mucho de este blog y lo había ojeado de vez en cuando, pero hoy me he quedado realmente colgado línea tras línea. Material de primera, si señor. Toda mi admiración y mis mejores deseos para unos de los mejores periodistas que no tengo el gusto de conocer.

Un saludo. Alfonso Egea