7 de marzo de 2009

¡Qué poco respetamos otras culturas!


"Es necesario comprender al prójimo. Hay que tener en cuenta las especificidades culturales y religiosas de un país como el nuestro". Son palabras del embajador de Mauritania en España, Sidi Mohamed Ould Boubcar, que está molesto porque la Audiencia Provincial de Cádiz está juzgando a tres compatriotas. No cometieron más delito que –el matrimonio que se sienta en el banquillo– obligar a su hija de 13 años a casarse y a mantener relaciones sexuales con un hombre de 40 años –el tercer procesado–. El diplomático invocó a la cacareada alianza de civilizaciones para pedir comprensión ante una costumbre completamente normal en su país. No me extraña que el embajador esté enfadado. ¿Cómo es posible que estos jueces de Cádiz no hayan respetado el multiculturalismo y las ancestrales tradiciones del pueblo mauritano? ¿Cómo no han podido comprender que en Mauritania el único estado de derecho que funciona es el de la sharia, es decir, la ley islámica? ¿Cómo no pueden entender ni jueces ni fiscales que si una niña de 13 años no quiere meterse en la cama con un tipo de 40 elegido por sus padres debe ser lapidada? ¿Dónde están los comunicados de protesta de la Casa Árabe? ¿Y el artículo de Gemma Martín Muñoz pidiendo respeto por el Islam y tachando de islamófobos, racistas y perritos falderos de George Bush a los que nos gusta más la cultura occidental, en la que una niña no se puede casar ni mantener relaciones sexuales con nadie?
Leo las crónicas del juicio en ABC y en El País. Leo que la víctima de esta historia, Selamha Mint Mohamed, que ahora tiene 16 años, tuvo que declarar por videoconferencia. Leo cómo contó que su padre le dijo que iba a ser lapidada y que él iba a tirar la primer piedra. ¿Quién es ese padre? ¿Acaso un hombre recién llegado de la lejana Mauritania, incapaz de comprender nuestra cultura? No, ni mucho menos. Leo que se trata de un tipo que lleva dos décadas viviendo en Puerto Real (Cádiz), pero que ni siquiera habla castellano. Que tiene otros dos hijos, nacidos en España, pero que se ha negado a que sean españoles.
El caso es la historia del fracaso de las políticas equidistantes, de las políticas que abogan por el multiculturalismo, por la integración sin exigencias, por el complejo de culpabilidad que arrastramos en Occidente y por la permisividad con conductas inadmisibles. El fiscal pide 16 y 17 años de prisión para los padres de la niña y 10 para el marido. Espero que la justicia, nuestra justicia, haga caer todo el peso de la ley sobre los tres y que nuestro país proteja a Selamha y a todas las Selamhas que lleguen a España.

2 comentarios:

goro dijo...

Es un tema mas que complicado, occidente (el mundo latino en particular)no se caracteriza precisamente por su respeto hacia la mujer, los niños o los adolescentes. Lo que hoy se considera abusivo o directamente fuera de la ley era una practica natural de la España campesina no hace muchas decadas, sobre todo en el tema de las edades o el parentesco. Mas alla de esto, debemos de considerar un "pequeño" problema, quizas alrededor de 4.500.000.000 de personas piensan de manera diferente, creen en cosas diferentes, tienen religiones y leyes diferentes, practicas y tradiciones diferentes, etc. A nosotros pueden no gustarnos, podemos considerarlas propias de la baja edad media, oscurantistas o retrogradas, pero nos gusten o no (a mi no me gustan aclaro) existen. Es el gran problema de nuestra epoca, que suponemos avanzada, desarrollada e instalada comodamente en un siglo 21 pleno de promesas para la humanidad (vision occidental) enfrentado a un mundo que mayoritariamente piensa que vivimos en el pecado y divorciados de las leyes de dios... en fin, como ya dije, todo un problema.

John Trombón dijo...

A veces me planteo si el modelo de sociedad amazónica no sería más beneficioso para la salud mental de todos, pero… coño, no juzgamos a Warren Jeffs y su secta poligámica por estas cosas ?!?!? Pues a estos también !!!