9 de abril de 2010

El juez Garzón del que me han hablado


Hace año y medio, cuando Baltasar Garzón decidió abrir una causa contra el franquismo y las críticas comenzaron a arreciar, escribí este post:
"Quiero escribir del juez Garzón del que yo he oído hablar desde hace dos décadas a policías y guardias civiles.
Recuerdo el entusiasmo con el que en 1990 los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes me hablaban del juez que inició el primer macroproceso contra el narcotráfico, cuando las rías gallegas eran, poco más o menos, que Sicilia. El entusiasmo era tal que la operación no se llamó Nécora –como fue conocida por la prensa–, sino Mago, en honor del rey mago Baltasar (Garzón). Aquella macroinstrucción, como tantas otras del juez, no acabó en unas condenas demasiado duras y muchos de los procesados fueron absueltos. Pero abrió un camino por el que hoy se continúa andando. El mismo juez abrió el camino para golpear a ETA en sus estructuras civiles, mediáticas y económicas y hoy ETA está como está gracias a estos golpes.
Policías y guardias civiles dedicados a la lucha contra el narcotráfico, sobre todo, y el terrorismo me han hablado infinidad de veces de Garzón. Saben que es una estrella, que le encantan los medios, que los turistas españoles que se encuentran cuando viaja al extranjero se hacen fotos con él... Pero también es un juez con una inmensa capacidad de trabajo, con una visión global de problemas como el crimen organizado que ningún otro magistrado tiene... Me han contado como en interminables madrugadas ha estado al pie del cañón, dando mandamientos de entrada a horas intempestivas, cuando la mayoría de sus colegas ni siquiera se ponen al teléfono. Ese es el juez Garzón del que yo he oído hablar. Con sus luces y sus sombras, pero no es ningún imbécil, como se han empeñado en hacernos creer algunos."

Esta semana he hablado con muchos policías. Policías de distintas unidades y de distintas ideologías. Todos están dolidos con la decisión del Tribunal Supremo. Todos quieren que el juez siga en su despacho. Ninguno me ha hablado de los crímenes del franquismo, ni de la Ley de Amnistía... Todos me vuelven a recordar que Garzón siempre ha estado cuando ellos lo han necesitado. Uno de ellos me contaba ayer mismo una anécdota: "Hace muchos años, tuvimos que registrar la sede de un gran banco en busca de los depósitos que tenía un tipo allí en A y en B. El responsable nos dio la contabilidad A, pero no la B. Llamamos a Garzón y se lo contamos. Nos dijo que le comunicásemos al director que si no colaboraba, se presentaba él allí, cerraba el banco y nos daba un mandamiento de entrada y registro con el que podíamos poner patas arriba todo el banco".
Otro policía, veterano de la lucha antiterrorista, me decía hace unos días: "Si hoy ETA está como está no es por ningún ministro del Interior, es por el coraje del juez, que se atrevió a cerrar periódicos, herriko tabernas y a ilegalizar partidos etarras".
No soy jurista y, por tanto, no puedo analizar con profundidad la decisión del magistrado Varela. Simplemente, quería compartir con vosotros lo que a mí me han dicho del juez Garzón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es claro que una persona así se labra enemigos. Cuando se resaltan posibles "defectos" (para muchos, al parecer, la vanidad parece ser su mayor pecado). No hay ser humano perfecto que resista un análisis completo de la personalidad. Sin embargo, entre sus enemigos, es claro que hay gente con mucho poder, y Garzón, sabían ellos, tiene que tener su talón de Aquiles..., y por ahí lo pillaron. De prosperar el proceso -y todo apunta muy mal-, bien se podría ver la flecha de Paris guiada por un Apolo oportunista.

No sé lo que deparará el proceso, pero de tener un final acorde a las malquerencias, se verá uno de los huecos del sistema judicial, porque hay que ver las víctimas mortales que se cobra la cotidianidad por jueces que se lavan las manos con frases autoexculpatorias..., y es que me viene a la mente el brutal asesinato de la joven Mar Herrero por ese..., por ese.

Sen