12 de febrero de 2009

La imagen del asesino


Corren tiempos difíciles para los que nos dedicamos a la información de sucesos. La competencia es brutal: informativos de televisión, programas más o menos rigurosos de televisión, diarios digitales, diarios, semanarios... Además, los políticos han descubierto que fiscalizar también la información policial les proporciona rentas políticas. Ministros y consejeros tienen en cada dependencia policial sus comisarios políticos que retienen o reparten a su antojo o a su conveniencia las informaciones. Los tiempos en los que el reportero cuidaba y mimaba a sus fuentes y la relación entre periodista y policía estaba basada en un mutuo respeto y una confianza a prueba de jefes parecen haber pasado a mejor vida. El periodismo de sucesos, tal y como lo entendíamos hasta ahora o como me lo enseñaron a mí hace dos décadas, se está muriendo. Como decía al principio, son malos, muy malos tiempos para los reporteros de sucesos.
Por eso, el trabajo de profesionales como Mayka Navarro, periodista de El Periódico, cobra una dimensión gigantesca, que no sé si sus lectores o ni siquiera sus jefes saben captar. Sus compañeros sí que lo sabemos. Sabemos que estar en la calle todos los días con informaciones propias, con exclusivas como la de hoy –en la que da la imagen del asesino de Martínez Touriño e información fetén sobre las investigaciones–, tiene un mérito enorme. Mayka consigue lo que consigue porque es una reportera sensacional, porque cuida a sus fuentes y porque jamás, en aras de la fama o de la ambición desmedida de la que hacen gala algunos compañeros, ha gastado una putada a una fuente. A Mayka nadie le da una exclusiva por hundir a un rival político, porque trabaje en El Periódico o ni siquiera porque sea mujer, rubia y un encanto. Sencillamente, es buena. De lo mejor. Ahí está la hemeroteca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo lo aquí escrito sin pestañear ni un poquito.
Silvia Taulés

Anónimo dijo...

Pues vas a tener razón. Mayka es adorable. Es una periodista brillante... Y también con eso de los tiempos difíciles... Felicidades x el artículo Manuel.. Nacho Abad