Maite Rico es una magnífica periodista y hoy lo vuelve a demostrar. Desde la corresponsalía de El País en Bogotá, ha hecho grandes reportajes y ha dado a su periódico enormes exclusivas, como la que publica hoy. En ella, desvela el contenido de los ordenadores de Raúl Reyes, el número dos de las FARC, abatido en una brillante operación del ejército colombiano. Y ¡sorpresa!, los papeles demuestran que el caudillo venezolano, Hugo Chávez, financió y armó a los narcoterroristas de las FARC. El reportaje no tiene desperdicio y deja claras las alianzas entre Chávez y la banda de criminales que no deja en paz a Colombia. Tan es así, que da asco recordar la intervención del visionario bolivariano solicitando que se borrase de la lista de organizaciones terroristas a las FARC, quizás movido por el cargo de conciencia que le provocaba el haberles entregado 300 millones de dólares.
Naturalmente, el régimen del sátrapa niega todo. El reportaje de El País también incluye unas patéticas declaraciones del embajador de Venezuela en Madrid, Alfredo Toro Hardy, y del director de información del Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela. Destaco una parte de lo dicho por éste último, a ver a qué os suena: "Los papeles constituyen un conjunto de escritos inconsistentes e incomprensibles que han sido utilizados desde Colombia y Estados Unidos por medios de comunicación inescrupulosos para una campaña temeraria contra el jefe del Estado venezolano". Es decir, la versión chavista de la conspiración judeomasónica de Franco. Lo que es incomprensible e inconsistente es que el mundo contemple cómo un megalómano no sólo se limita a destrozar a su país sino que hace todo lo posible por evitar que la paz llegue, de una vez, a Colombia. Y por aquí, todavía tengo que escuchar a algún imbécil hablarme de las excelencias de Chávez, "el único que ha tenido lo que hay que tener para poner a los yanquis en su sitio". Pues, nada, a seguir dando oxígeno al tirano.
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