12 de abril de 2008
Quince años del asesinato de Anabel Segura
No lo sabía. Me he enterado hoy, al leer el diario ABC. Un 12 de abril, como hoy, de hace quince años, dos mal nacidos, Cándido Ortíz y Emilio Muñoz, secuestraron y asesinaron a Anabel Segura, cuando tenía 22 años. El crimen fue execrable por multitud de razones: porque eligieron a su víctima al azar, simplemente porque estaba en La Moraleja y esos dos acomplejados, esas dos escorias, estaban resentidos con el mundo y se sentían maltratados por el resto de la humanidad y si podían hacer daño a alguien que se podía permitir vivir en La Moraleja, mejor que mejor; porque se llevaron a Anabel y no supieron qué hacer con ella, por eso la mataron el mismo día de su secuestro, simplemente para que no les pudiese reconocer, actuando con un desprecio por la vida de una chica que pocas veces he visto; porque intentaron en dos ocasiones cobrar el rescate a cambio de la vida de Anabel, con la que ellos habían acabado... En fin, para mí es uno de los crímenes más horribles de cuantos me ha tocado cubrir como reportero de sucesos.
Pero, además, hay componentes de índole personal que me vinculan a ese crimen. Estoy en deuda con José Segura, su mujer y su hija, Alexandra. No hice mi trabajo bien. O quizás, sí hice bien mi trabajo, pero fui reportero –entonces trabajaba en El Mundo– antes que persona. De aquella experiencia y, sobre todo, de la carta que me envió José Segura –que aún hoy conservo– recriminándome, aprendí una lección que nunca olvidaré y que tengo presente desde entonces. Por eso estoy en deuda con ellos.
También me une una especial relación con alguno de los artífices de que hoy los dos asesinos de Anabel estén en prisión. Ya lo hice en nuestro primer libro, Así son, así matan, pero quiero agradecer, una vez más, a un puñado de honrados policías lo que hicieron porque el crimen de Anabel no quedase impune. Gracias a Juan Antonio, Jaime, Serafín, Ricardo, Maribel, Tito... y a todos aquellos que hicieron posible la detención de Emilio y Candi. Por cierto, hace ya dos o tres años, ABC publicó que Cándido disfrutaba ya de permisos y podía pasar periodos fuera de prisión. Supongo que a estas alturas estará casi en semilibertad. De Emilio no sé nada, pero me enteraré y lo contaré aquí mismo. En cualquier caso, creo que han pagado muy poco por lo que hicieron.
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