28 de enero de 2008
Soldados que trafican con explosivos,
esta semana en INTERVIÚ
Los atentados del 11 de marzo sirvieron para que el control en la custodia de los explosivos en las minas hiciese casi imposible un atentado similar. Ahora, el control de la dinamita es muy estricto y los terroristas o los delincuentes que se quieren surtir de explosivos saben que el grifo de las minas se ha cerrado. Esta semana publicamos en Interviú lo que parece ser una nueva vía de adquisición de explosivos: en las últimas semanas dos militares han sido detenidos con explosivo plástico. Uno de ellos es un soldado musulmásn de Melilla y el otro, un bombero del Ejército del Aire destinado en la base de Torrejón de Ardoz. A éste último, la Brigada Central de Estupefacientes (BCE) le intervino, además de cuatro kilos de explosivo plástico, un arsenal de armas, doce kilos de cocaían y un laboratorio para adulterar la droga.
Parece preocupante que los polvorines del ejército, provistos de explosivos de altísima calidad, de efectos mucho más devastadores que la dinamita, tengan estos agujeros. Por ellos, se puede colar cualquier delincuente o terrorista capaz de doblegar con dinero o droga la voluntad de los soldados encargados de la custodia de tan sensible material. Tenéis todos los detalles de la operación policial en el número de Interviú que ya está en los kioscos.
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