3 de febrero de 2008

Un domingo lleno de maravillosa incorrección política


El domingo es un magnífico día para leer la prensa con calma, casi recreándonos en cada página. Hoy, además, he disfrutado con dos maravillosas entrevistas. Las dos tienen en común que sus protagonistas hablan con una incorrección política insólita, algo que me ha reconfortado y me ha dado una inyección de optimismo. Lástima que los protagonistas sean dos ex políticos daneses y un magnífico escritor inglés. Por aquí, por nuestro país, todo sigue lleno de corrección política y de alianzas de civilizaciones varias...
Vamos por partes. El suplemento semanal de El País publica una entrevista de Jesús Ruiz Mantilla a uno de mis escritores favoritos, Martin Amis. El autor inglés no defrauda nunca a sus incondicionales como yo. Fue un verdadero azote de los que aún querían minimizar los crímenes del estalinismo y hoy es una voz que truena contra el fundamentalismo y el terrorismo islámico y, sobre todo, contra los que mantienen un tibio relativismo hacia estos movimientos. Reproduzco algunas palabras de Amis: "The Guardian –un periódico en el que colaboro y que es estupendo, con firmas muy buenas, pero en el que se cree que nadie con piel oscura puede hacer nada malo–. Y si lo hacen, es por nuestra culpa. (...) Hace poco, en una intervención que tuve en un museo, pregunté al público: "Que levante la mano quien se sienta moralmente superior a los talibanes". Y más o menos un tercio de los presentes lo hizo. Si no te sientes moralmente superior a los talibanes, que arrojan ácido a la cara de las mujeres, que masacran a niños y perros por la calle, que encierran a sus esposas en sus casas; si no te sientes superior a eso, no te sientes superior por nada".
Amis habla así de claro. No hay en la entrevista lugar para las media tintas o para los relativismos: con la misma contundencia se refiere al nefasto George W. Bush como "un ex alcohólico tejano que hasta que no cumplió 45 años no sabía quién era" o condena con firmeza los horrores de la cárcel de Abu Ghraib, o dice que a nuestro Quijote le sobran unos centenares de páginas... Un deleite leer la entrevista. No os la perdáis.

En ABC, mi ex compañero del desaparecido diario Ya Enrique Serbeto publica una entrevista con Karen Jespersen y Ralf Pittelkow. Esta pareja danesa es la autora de un libro que próximamente se publicará en España con el sugerente título "Los islamistas y los ingenuos". Saben de lo que hablan. Karen fue ministra de Integración y e Interior y Ralf fue asesor de un ex primer ministro danés y es columnista del diario Jyllands Posten, el periódico que protagonizó la crisis de las viñetas de Mahoma. La pareja ha abandonado el Partido Socialdemócrata y los dos abominan de la corrección política que arrasa Europa y que los daneses sufrieron con verdadera saña en la crisis de las viñetas. Reproduzco algunas palabras de la entrevista: "A mí no me preocupa lo que es un trozo de tela, sino los valores que están asociados. Nunca me he reunido con una mujer o una chica que se cubran con el niyab y sean firmemente partidarias de la democracia en su sociedad ideal (...) Me opongo estrictamente al islamismo, porque se trata de un grupo de musulmanes que trata de imponer un sistema de valores totalitario y opresivo contra valores de las sociedades democráticas. Lo ideal sería una alianza con los musulmanes que quieren compartir esos valores básicos, como el de la igualdad entre hombres y mujeres. Si, por el contrario, aceptamos las reclamaciones de los radicales, entonces estamos abandonando a los moderados y les damos cada vez más poder a los que les oprimen (...) Lo primero es la defensa de nuestros propios valores, porque si nos rendimos, estaremos destruyendo nuestras sociedades. Naturalmente, si nosotros luchamos contra valores reaccionarios, nos acusarán de intolerantes, pero ante eso debemos decir que no, que estamos luchando por los valores que han mejorado nuestras sociedades. No es una lucha entre religiones, es una lucha entre valores".
La pareja es contundente en sus planteamientos, que giran en torno a la defensa de los valores que, efectivamente, han hecho de Occidente el mejor sitio del mundo para vivir y ser feliz, una idea que parece diluirse ante tanta corrección política. Acabo con otras palabras de la entrevista: "Tendemos a creer que los ciudadanos de los países musulmanes piensan como nosotros y que si hay un problema con la integración es culpa nuestra. Pero sus valores sociales son muy diferentes a los nuestros, y en este campo debemos ser realistas, no ingenuos. Si hay algo que daña terriblemente el proceso de integración, es que los emigrantes musulmanes piensen que nosotros no creemos en nada, que no tenemos valores morales, porque eso les reafirman en los suyos. Así que, mostrando un claro respeto, sin ningún tipo de agresividad, pero con firmeza, es necesario que les digamos que sí hay valores importantes en nuestra sociedad y que estamos dispuestos a luchar por ellos".

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